A fines de agosto pasado, realizamos el Conversatorio “El Trabajo en las Personas Mayores – pros y contras” con una muy buena convocatoria. Buscando profundizar en el tema, realizamos una encuesta en los primeros días de septiembre para complementarlo y recoger la percepción respecto al tema entre las personas de nuestra base de datos, además de otras personas también del segmento 60+. Aquí presentamos los principales resultados de ella.
El objetivo más importante fue conocer la percepción de las personas mayores en relación al trabajo (con sentido y/o propósito) luego de pensionarse, ya sea para generar un ingreso adicional a la familia, poder vivir los “años dorados” con tranquilidad o mantenerse ocupadas y vigentes.
Para facilitar la mantención o reincorporación de las personas mayores en el ámbito laboral con mayor fluidez y confianza al interior de las empresas o instituciones, necesitamos entender cuál es el valor de seguir aprendiendo, e identificar en qué espacios sociales es posible que las personas mayores puedan desarrollar su vocación, así como considerar cómo la familia puede ayudarles a potenciar sus habilidades y talentos. Sin embargo, aún queda pendiente indagar la apreciación y apertura de los empleadores para incorporar a personas mayores en la dotación de sus organizaciones, considerando las restricciones que estamos viviendo actualmente con la pandemia. Otro aspecto que no puede quedar atrás es identificar mecanismos que promuevan la participación social y el empoderamiento necesario para que las personas mayores sean escuchadas. Es evidente que la participación y el empoderamiento funcionan como motores de cambio que permiten construir un envejecimiento digno, saludable y positivo. El interés acerca de este tema es destacable y se reflejó en la rapidez y en la cantidad de respuestas recibidas para la encuesta, en su mayoría de personas educadas con formación universitaria o técnico-profesional, 88% de ellos en el rango de 60 a 80 años. Es aún más notable el entusiasmo de las mujeres en relación a este asunto reflejado en el 72,4% de las respuestas recibidas. Resulta interesante y novedosa la disposición de quienes respondieron a incorporarse a trabajar en teletrabajo a tiempo parcial o en modalidad mixta con trabajo presencial. La encuesta indagó como puntos centrales el tipo de actividad laboral deseada, los pros y los contras del trabajo que las personas mayores perciben actualmente de su incorporación al trabajo. Aquí, los resultados de las preguntas más relevantes. Una mayoría importante de quienes respondieron, busca mantenerse trabajando de manera independiente, como emprendedores o inclusive como voluntario adhonorem. Un segmento menor desea trabajar como empleado dependiente o no trabajar. Prácticamente nadie cree que las personas 60+ no aporten a los equipos de trabajo en los que participen. Por el contrario, la mayoría considera que pueden apoyar a sus compañeros menores traspasándoles su experiencia y conocimientos, o bien, fomentar la buena convivencia intergeneracional en el ambiente de trabajo. Evidentemente, en esta encuesta no se ha recogido la opinión de los trabajadores en edad activa ni de los empleadores respecto a los beneficios de trabajar con personas mayores. La mayoría de las respuestas indica que las personas mayores no representan aspectos negativos en el trabajo; en tanto que algunos se preocupan por las consecuencias que representan los problemas de salud o el deterioro físico al igual que las posibles dificultades para aprender nuevas prácticas y conocimientos. A partir de las respuestas recibidas, es posible afirmar que la mayoría de las personas 60+ consultadas están interesadas en continuar trabajando en diferentes modalidades, que pueden aportar a los ambientes de trabajo y no representan desventajas. Ahora, resulta necesario plantear estas preguntas a los empleadores y a los trabajadores en edad activa. Sin duda esta es una reflexión necesaria en nuestro país que hoy enfrenta el desafío de una población creciente de adultos mayores y, simultáneamente, los efectos de pérdidas de empleos como consecuencia de la pandemia que aún no finaliza.
Renata González y Nancy Donoso