La soledad en cuarentena

El Papa Francisco ha manifestado que la pandemia “a nosotros mayores nos ha reservado un trato especial, un trato más duro”, haciendo eco de una realidad mundial que vive este grupo etario.

El estudio UC “Calidad de vida de las personas mayores chilenas durante la pandemia COVID-19”, indica por un lado que los síntomas depresivos se intensificaron en aquellas que viven solas y por otro que, si bien disminuyó el aislamiento, aumentó la soledad, pasando de un 43% a un 53% durante esta crisis sanitaria. A pesar de que hijos y nietos se fueron a vivir con padres y/o abuelos, y que éstos se sienten apoyados para realizar trámites, pagos y/o compras (más del 80% así lo declara), la sensación de sentirse solo o sola se ha incrementado entre las personas mayores.

Ahora bien, el mismo estudio demuestra que las personas mayores aumentaron su resiliencia durante la pandemia, buscando caminos para superar situaciones difíciles. Son estas generaciones, que han enfrentado terremotos y otros embates de la naturaleza, crisis económicas y situaciones políticas angustiantes, quienes, una vez más, logran superar adversidades y ser ejemplo de fortaleza para sus familias.

Sin embargo, en paralelo se siguen enfrentando con la sensación de ser una carga para la sociedad, y así lo declara un alarmante 80%. En la misma línea, la percepción de que los medios de comunicación muestran una mala imagen de las personas mayores se ha duplicado, llegando a un 69%. Solo estos datos son suficientes para cuestionar la escasa cultura gerontológica que hemos desarrollado como país; los cambios que vienen desde la sociedad y que parecieran ser fáciles de implementar siguen siendo un desafío pendiente y, al parecer, de alta complejidad.

Hoy, avanzando en el desconfinamiento y con mayores posibilidades de desplazamiento, sin duda las personas mayores pueden estar menos aisladas. Pero eso depende de todos nosotros. Así, la invitación es a compartir tiempo de nuestras próximas vacaciones con nuestros familiares y amigos mayores, a detenernos, conversar y aprovechar con ellos el descanso de los días de verano. Hagamos que ese desconfinamiento se transforme en más cariño y en la posibilidad de dejar que esta vez sea la soledad la que se quede en cuarentena.

Eduardo Toro Nahmías
Director Ejecutivo
Fundación Conecta Mayor UC

Comenta aquí

Noticias relacionadas: