Sin duda, durante el mes de agosto recién finalizado, veamos a menudo como un dicho muy popular en nuestro país se repite día a día: “pasar agosto”, el cual está referido principalmente a la posibilidad de que siendo una persona mayor de 60 años, en este mes “se nos arrebate la vida”, principalmente por enfermedades respiratorias, dado que aún es un mes de frío y con variadas oscilaciones térmicas. ¿Es cierto este temor o es infundado?
La creencia de que “julio los prepara y agosto se los lleva” en algún momento de la historia de nuestro país seguramente fue real, como también lo fue que las personas mayores vivían poco tiempo post jubilación, o que las enfermedades y la vulnerabilidad, en distintos aspectos, estaban muy presentes en esta etapa. Sin embargo, esto ha cambiado, gracias a los avances de la medicina y las mejores condiciones de vida que se tienen hoy, comparadas con las de principios del siglo pasado. Más allá de si es real o no, el dicho “pasar agosto” debería ser erradicado, en vez de potenciado, por quienes trabajamos con personas mayores y también por quienes pertenecen al grupo de 60+.
¿Por qué erradicar esta frase popular? Porque tiene una connotación negativa asociada a la muerte y enfermedad que se termina incorporando de tal forma en las personas mayores, que temen más de lo que deberían a una época del año, donde todos debemos cuidarnos sin distinción de edad. Este dicho contribuye a anclar estereotipos sobre las personas mayores, acrecentando la discriminación solo por el hecho de haber cumplido una cierta cantidad de años, lo que se conoce como “viejismo”, “ageismo” o “edadismo” hacia los mayores. Según el informe mundial de edadismo 2021 de la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 2 personas en el mundo es edadista contra las personas mayores, es decir, este grupo de la población es el que más discriminación sufre a razón de su edad y esto es lo que tenemos que cambiar, si queremos una sociedad inclusiva, donde la integración socio comunitaria y el intercambio de experiencias entre jóvenes y mayores se pueda dar con toda naturalidad.
Por otra parte, es tiempo de asumir que todos envejecemos día a día, ya que este proceso comienza desde nuestro nacimiento, y dadas las expectativas de vida que tenemos actualmente, una “nueva longevidad” ha venido a instalarse, la cual es muy heterogénea y diversa, lejos de los estereotipos, mitos y prejuicios de antaño. Y la pregunta final es ¿Cómo queremos vivir esta etapa de la vida? ¿Pensando constantemente en la muerte y la enfermedad? o ¿potenciando todo lo que hemos adquirido como aprendizaje en nuestro curso vital para así tener una etapa de vejez plena, con proyectos y con sentido? La segunda alternativa parece mejor y podemos empezar de a poco a trabajar en ello, erradicando frases edadistas cotidianas de las cuales no tenemos consciencia, no celebremos “pasar agosto” celebremos cada día de nuestra vida y vivámoslo como si fuera el último día.
Beatriz Urrutia Quiroz
Trabajadora social
Directora de contenidos y programas presenciales Fundación Amanoz
Voces Mayores