El amor no tiene edad, pero tampoco lugar

Miles de veces hemos escuchado “el amor no tiene edad” y vaya que es cierto. La fortuna de encontrar esa “alma gemela”, “media naranja” o buen compañero está toda la vida presente, pero la maravilla de esta nota es dónde se conoció esta pareja y quienes ayudaron a fortalecerla. Les adelantamos que es un hecho inédito en nuestro país y que nos llena de alegría.

Rosa enviudó hace algunos años y Oscar era soltero, a comienzos de año poco tenían en común, salvo que ambos residían en el mismo Establecimiento de Larga Estadía (ELEAM) en Rengo, Región de O’higgins.

Él un caballero de tomo y lomo y ella una mujer solidaria y extrovertida, comenzaron un “pololeo” a comienzos de año, pasó el tiempo y ella le propuso que unieran más sus vidas, él sin dudar dio el sí.

La pareja llegó radiante al registro civil de la comuna para convertirse en una familia, pero eso no era todo. Cuidadores del ELEAM de la Fundación Pather Nostrum y compañeros tuvieron un rol fundamental en el enlace.

Porque fueron piezas clave para facilitar el “pololeo” y ayudaron en cuanto se necesitó para que se llegara al final feliz. Así, Ximena Dotte, terapeuta ocupacional del recinto fue la testigo de Rosa y Patricio Ramírez, residente, fue el testigo del novio.

Un matrimonio que hoy hace feliz a una pareja, pero que le regaló un hermoso momento a todo un ELEAM, que por cómo surgió esta historia vendría a ser como parte de la familia de ambos. Felicidad que es tan bienvenida en momentos complejos como los que estamos todos viviendo o “aprendiendo a vivir”.

Quisiéramos que estas noticias sean cada vez más frecuentes, que celebremos el amor, la amistad y la fraternidad a diario, que los medios siempre nos midan por nuestro valor y no por la fecha que aparece en nuestro carnet, porque así como podemos rehacer nuestras vidas amorosas, también podemos trabajar, enseñar, aprender y entregar mucho a nuestra comunidad.

¡Felicidades Rosa y Oscar!

Fuente: Senama

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