Un llamado que todos hemos hecho
Varias veces hemos escuchado esta frase de personas +65, a quienes se les habla con diminutivos y se les trata como si recién hubieran nacido, cuando en realidad llevan generosas décadas en este mundo.
“Y es que no es agradable que se trate con infantilismo, a quienes no lo necesitan porque realmente no es cómodo para ellos”, nos cuenta Patricia Ferralis, Psicóloga Clínica, de la Universidad Mayor, quién se desempeña hace 20 años en el Hospital Psiquiátrico, ejerciendo terapia psico educacional a adultos mayores, -entre otros-. La especialista además agrega: “Vivimos en una sociedad que valora lo nuevo, lo rápido y lo que no sirve se bota. Entonces, para algunos los viejos no sirven”, comenta.
Es muy común ver que en eventos sociales a los mayores, se les explica las cosas como si ellos no las pudieran entender, se les habla fuerte -como si no pudieran escuchar- o se les dice frases como “abuelita, quiere un pedazo de tortita”, como si se tratara de una niña de tres años, siendo que es una mujer de 72.
Este tipo de trato puede traer consecuencias negativas, primero que todo porque las personas mayores, así como los niños, jóvenes y personas de mediana edad, deben vivir de manera decente, tanto en su trato, como en su estilo de vida. “Una persona que ha trabajado toda su vida, tiene el derecho a vivir una tercera edad con dignidad y al fin poder descansar tranquilamente”, explica la especialista a lo que agrega, “y por lo mismo también deben recibir un trato igualitario. Los seres humanos nacimos para vivir en comunidad, se debe incluir a los niños y a los abuelos en él. Debemos dejar de dividir los espacios separando a estas personas que por tener a veces un ritmo más despacio, las dejan de lado”, concluye.
Entonces qué cosas podemos hacer para no hacerlos sentir como si fueran pequeños
También es importante hablar con las personas de tercera edad como un adulto y con respeto, sin uso de diminutivos, pero con la paciencia de explicar cosas que tal vez no están en su cotidianidad, por ejemplo cuando se tratan de nuevas tecnologías, que incluso a la gente joven les cuesta entender.
Tomar la pausa de escucharlos, dedicarles el tiempo que realmente necesitan para compartir gratamente con ellos. “Hay poca paciencia con las personas que hablan y caminan más lento, y la mayoría de las veces no han perdido su capacidad intelectual”, explica Ferralis.
No hablar de ellos como si no estuvieran presentes en la misma habitación. A veces se piensa que han perdido el oído y se comentan cosas que les pasan como si fueran una planta o un objeto de decoración, pero seguramente ellos no necesitan escuchar para entender lo que sucede a su alrededor. El respeto es primordial.
Cómo pueden las personas mayores resaltar que no las traten como niños.
El primer consejo que entrega la psicóloga es que deben aprender a hacerse respetar ellos mismos y, con cariño, recordarnos que no por su edad debemos tratarlos diferente. “Cuando las personas se hacen mayores, a veces los hijos u otras personas se sienten con derecho de decirles lo que tienen que hacer y ellos dejan de tomar sus propias decisiones. Depende de los mismos adultos que no los pasen a llevar, decir con respeto que ellos pueden decidir por sí mismos y establecer diálogos dentro de lo posible. Por lo mismo también, ellos deben
mantenerse a la altura que tienen, la cual es jerárquica. ¿Qué quiere decir eso?, que se debe tener respeto por alguien mayor y no decirle qué hacer”, comenta Ferralis.
Es importante siempre expresar lo que se siente y lo que se piensa, de forma cariñosa. Demostrar interés en diferentes actividades, incluso darse la oportunidad de aprender cosas nuevas. Por ejemplo, ir a la municipalidad a ver qué talleres se imparten – hay muchos gratuitos-, tratar de conectar con gente que no se ve hace tiempo, entre otras cosas.
También la comunicación es muy relevante, declarar lo que se piensa, lo que se sueña, a lo que se le tiene miedo y las inquietudes que cada uno puede tener. Hablar y hacerlo en los momentos adecuados es un gran paso y una verdadera conquista.
Hacer actividad física, compartir con amigos, salir a pasear, tener reuniones sociales y otras actividades son esenciales para que también quienes los rodean, respeten sus tiempos y actividades y de esa forma también nos verán como personas activas.
Nos encantaría conocer tu experiencia frente a este tema. ¿Te animas a compartirlo? ¡Cuéntanos!